domingo, 30 de enero de 2011

El secreto de un gaucho - notas de un cronista dudoso

La siguiente presentación corresponde a un trabajo realizado por un cronista que viajo a los pagos sureños en busca de anécdotas pintorescas e historias populares aunque a juzgar por su trabajo solo encontró buenos bares y algún que otro gusto por el tabaco de hormiga. Algunos dicen que ni siquiera llego al sur sino que se establecio en Las Toninas, lugar desde donde enviaba correspondencia hasta Ñorquinco y desde alli un amigo las reenviaba nuevamente a Buenos Aires. Transcribimos una pagina de sus apuntes:


A continuación ofreceremos un pequeño fragmento tradicional como ejemplo de una respuesta con guitarra en forma de décima octosílaba. Se dice que el mismo fue la forma que escogió el gaucho Fernando Eufrasio Queiroz ante el desafió de Amelie Ford. Dicha señorita gozaba de rasgos finos y cuando reía tenia la suavidad de la plata. Igualmente debemos destacar que como rasgo distintivo poseía el don de la curiosidad y hablaba con soltura, Este cronista cree que eso le gusto a Queiroz lo que lo llevo a empuñar su guitarra cuando Amelie le pidió que hable de conejos.

Extrañado por el tema
Me dispongo a responder
Rebuscado es mi saber
De conejos y dilemas
Es su gracia o su pena
Digna de verso o pincel
Como zaino en su tropel
Fuerza que no se detiene
Diablo rosado que viene
Si su pila es Duracel

Al nombrarlo desespero
No quisiera irme lejos
Hoy le hablo del conejo
Bicharraco traicionero
Tierno y lindo primero
Pareciera un bonachon
Pudiera ser la razón
De su rica descendencia
Solamente apariencia
Porque es un lobizon

Que le puedo yo decir
Orejas que oyen todo
Copito era su apodo
De blanco y suave ir
Gordito en su existir
Nacido para comer
La doña no va a querer
Me dijo con todo rencor
Burlándose de su señor
Fugándose con mi mujer.

Queiroz habia desnudado su alma gaucha en esos ultimos versos. Un poco acongojado aunque recio en su semblante solamente hizo una reverencia y se retiro del lugar.