domingo, 20 de noviembre de 2011

A veces llueve y ni yo sé que hago.


A veces me gustaría escribir el mejor cuento, la poesía más prolija, el libro que me convierta en autor. Digo “a veces” porque no todo el tiempo estoy tratando de imaginarme un nombre como escritor sino que también paso mis horas repartido entre otras actividades. Trabajar, estudiar, dormir, comer y tratar de que una mujer no te escupa es siempre una tarea ardua que deja poco tiempo para suponerse escritor. Todo seria más sencillo si pudiera garabatear algo genial porque sé escribir. Mejor dicho: domino la coordinación viso motriz que permite representar ideas con palabras. Saber escribir es otra cosa porque seria algo así como decir que uno sabe jugar ajedrez porque conoce como se mueven las piezas. Sin embargo siempre contemplo la idea de que en algún momento aparecerá ante mi el texto que me salve y que tendrá mi firma. Lo extraño de esto es que lo imagino, lo toco, le encuentro sustancia pero no logro leerlo y ni siquiera me siento a escribirlo.
Usted como lector debe estar pensando: ¿Hacia donde va este sujeto? ¿Por qué esta escribiendo esto? ¿Acaso es el principio de algo bueno? Lamento responder que no. Esto que esta sucediendo no es otra cosa que un intento de iniciar un texto sobre un hombre que pretende ser un escritor intelectual y que en su afán por aparentar serlo solo se queda en la adopción de una imagen sin exponer la sustancia de su obra. El proyecto de cuento termino en el primer punto y ya no supe como continuar.

Y pensar que le acabo de robar unos minutos de su atención.

Tal vez por estas cosas a algunos nos será negado el cielo.

Perdón. Prometo que la próxima voy a escribir algo interesante.

lunes, 20 de junio de 2011

La paloma de la plaza

...Y un dia Yofran volvio al blog pero como no se le ocurria nada se puso a revolver viejos papeles para encontrar algo digno que decir... Como no encontro nada siguio con lo mismo que venia diciendo desde que arranco el blog...

La paloma de la plaza

Mi abuelo me contó que una de las curiosidades de la plaza San Martín es una paloma que se cree gallina. En su delirio pone huevos, los empolla, se resiste a volar grandes distancias aunque a menudo lo hace, intenta cacarear aunque le sale un guglururu propio de las palomas. Usted desconfiado lector dirá que todas las palomas actúan así y yo le diré: tal vez todas se crean gallina.

sábado, 23 de abril de 2011

Cortito, al pie e iluminador

Hoy me levante sin prestarle atención a mi vestimenta, luego volví a recostarme en la cama con mi guitarra, estuve tocando un par de notas sin demasiadas pretenciones.

Al final nada ocurrió.

Y bueh... Allí comprendi que no soy John Lennon...

Sobre todo cuando me dieron ganas de tomar mate.

No me imagino a Lennon tomando mate.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Marzo




Si algo había que decir de un mínimo autor como Yofran es que de vez en cuando tenía algún rapto de lucidez aunque sin embargo muy pocas veces atinaba a agarrar una lapicera o un lápiz para dejarlo plasmado. Muchas veces el mensaje no era bien entendido y otras era demasiado obvio. En ciertas ocasiones –las menos- se alejaba de las oraciones chuscas, de los chistes malos y de las gracias pasajeras para mostrar un poquito de su alma. Cuando esto ocurría un pequeño sentimiento de satisfacción lo sostenía pero también un dejo de tristeza lo acariciaba. En su andar la pena por aquello que paso y en su corazón el fuego de saberse vivo para recordar…

Acrostico titulado: "Ausente"

T
ristes ecos en la noche
E
ncuentran una figura ausente
B
ailan mis dedos llamándote
U
n quizás, un mañana
S
aberte allí, no saberte
C
rudo silencio que
O
tra vez te espera.



lunes, 14 de febrero de 2011

Definiciones erroneas

El rubro definiciones es algo que ha caracterizado a Yofran Ecu no por su claridad sino por su honestidad brutal que raya el insulto. No tenemos muchos ejemplos de estos preceptos puesto que, generalmente, era mas interesante ver como alguno intentaba revolearle una silla que recordar cual era la cita que se perdería en el tiempo. Hay que reconocer que a base de enérgicas experiencias fue aprendiendo que es mejor no tratar de abarcar temas que pueden herir los sentimientos de camioneros, mecánicos o esposas sino mas bien emprender debates en foros mas sensibles como los intelectuales que “además son los mas cobardes” como alguna vez definió no sin antes reconocer donde estaba la salida.

Para ilustrar el primer párrafo transcribiremos una enunciación que en una exposición organizada por la sociedad de señoras aburridas con maridos ricos le valió el aplauso de verduleros, agregados culturales, familiares y amigos del expositor. En ese momento, sin siquiera ser requerida su opinión, y ante la seguridad de que se iban acabando los canapés -a los gritos mientras levantaba un dedo como era su sello personal- dijo:

“Surrealismo y arte abstracto no son otra cosa que esa eficaz forma de hacerte sentir un idiota que sabe que le falta entender algo de la obra y que logra también que uno termine por inclinar la cabeza hacia los costados para convencerse de que sigue sin entender.”

Nótese lo siguiente: algunos inclinaran la cabeza hacia la derecha, otros hacia la izquierda, los sujetos que usan lentes o un pañuelo tienden a asentir mientras hacen algún gesto con las cejas. Ninguno adivina el mensaje de la obra pero todos están pensando en que el sujeto de al lado seguramente sabe de que se trata. Si me apuran creo que el autor también esta dentro de ese grupo pero es preferible que ninguno lo sepa. Así la responsabilidad de reconocer la obra se distribuye y todos se van con la sensación de que algo les falta.

Tal vez eso haga valiosa esta obra: la imposibilidad de encontrarle un nombre, una forma, en el aquí y el ahora se aleja de las palabras y se asienta en las sensaciones que afloran, en los sentimientos, en esa cosa que tenemos adentro y que de vez en cuando sale pero nos apresuramos a matarlo con pastillas, alcohol o diestros en psicología.

Muchachos, muchachas, señoras, señores y agregados culturales, no se torturen en buscarle la vuelta. Preocúpense por reconocer eso que esta dentro suyo y que les esta diciendo que esta obra les gusta o no, que los golpea o no, que los moviliza o ni siquiera les da nauseas.

Esta obra… si… ESTA OBRA es sublime…


Este cronista debe reconocer que su discurso hubiera sido alentador y digno de no ser porque aquello que él consideraba sublime era el radiador que ubicado en la pared mantenía la temperatura en aquella fría noche en la que fue expulsado de la sala.


Foto de la obra en cuestion:

Detalles al pie: El relato antes leido fue escrito basado casi en un hecho real cuando ojeando una revista de decoracion en el trabajo dije: "Mira que buena esta escultura" cuando la realidad indicaba que le llaman "radiador"


miércoles, 9 de febrero de 2011

El simbolo y el tiempo

En una entrevista realizada en 1987 se le pregunto a Yofran Ecu ¿Cómo definiría el valor de las palabras? Un poco contrariado (y sin entender demasiado la pregunta) comenzó por balbucear una respuesta que termino en el relato de un gol de Deportivo Mandiyu. Sin embargo, en el medio de su discurso, dijo algo más o menos así: Las palabras tienden a tomar una forma distinta según el paso del tiempo. Su valor esta relacionado con la persona y el momento en el cual esta siendo nombrada. Tal vez solo podamos entender el universo cuando logremos comprender todos los significados que tiene la palabra “pelota”. Significado que, obviamente, no es el mismo para un futbolista, un relator, un niño o una oficinista. Casi como algo mágico la palabra vendría a ocupar el lugar de algo que esta o no presente pero no es igual a aquello que se nombra. La palabra como el tiempo, como el río o como el volar de ese balón no es dos veces la misma.
Luego –sin dejar de tocarse la barba- prosiguió con una serie de detalles torpes que terminaron en un grito de gol y la anecdota de lo que hizo en el entretiempo de un partido de fútbol.

Para ilustrar el momento se presento un pequeño fragmento de uno de sus libros inconclusos:

Parados ante el cartel ambos socios dieron pie a la inauguracion de aquel negocio. Bautizaron aquella empresa con un nombre que los unia: Ferreteria "Los pelados".
El tiempo, la abundancia, los azares, la ambicion y un tratamiento capilar terminaron por disolver ese pequeño simbolo, esa finita amistad ...

domingo, 6 de febrero de 2011

Charla cercana (microcuento)

Presentamos a continuación un fragmento de mi libro de autoayuda: "Quererse es limpiar el vapor del espejo" o "¿Solucionar su vida en el baño? ¿Utopia o realidad?"

El mismo es un libro pequeño ideal para leer en el baño mientras uno hace lo segundo. Un probable exito editorial.


Charla cercana

...Entonces me dije: ¿Y que tal si nos llevamos bien?
-Es buena idea, no sos mal tipo. me respondi.
-Es cierto, tenes tus lados buenos...
Ahi fue donde termine de peinarme y sali del baño un poco menos solo.


Para acompañar el menu y por un par de minutos mas podemos agrandar el combo con papas fritas grandes y gaseosa grande. Mejor le agrandamos el combo con una canción...

Jarabe de Palo - A gustito.

domingo, 30 de enero de 2011

El secreto de un gaucho - notas de un cronista dudoso

La siguiente presentación corresponde a un trabajo realizado por un cronista que viajo a los pagos sureños en busca de anécdotas pintorescas e historias populares aunque a juzgar por su trabajo solo encontró buenos bares y algún que otro gusto por el tabaco de hormiga. Algunos dicen que ni siquiera llego al sur sino que se establecio en Las Toninas, lugar desde donde enviaba correspondencia hasta Ñorquinco y desde alli un amigo las reenviaba nuevamente a Buenos Aires. Transcribimos una pagina de sus apuntes:


A continuación ofreceremos un pequeño fragmento tradicional como ejemplo de una respuesta con guitarra en forma de décima octosílaba. Se dice que el mismo fue la forma que escogió el gaucho Fernando Eufrasio Queiroz ante el desafió de Amelie Ford. Dicha señorita gozaba de rasgos finos y cuando reía tenia la suavidad de la plata. Igualmente debemos destacar que como rasgo distintivo poseía el don de la curiosidad y hablaba con soltura, Este cronista cree que eso le gusto a Queiroz lo que lo llevo a empuñar su guitarra cuando Amelie le pidió que hable de conejos.

Extrañado por el tema
Me dispongo a responder
Rebuscado es mi saber
De conejos y dilemas
Es su gracia o su pena
Digna de verso o pincel
Como zaino en su tropel
Fuerza que no se detiene
Diablo rosado que viene
Si su pila es Duracel

Al nombrarlo desespero
No quisiera irme lejos
Hoy le hablo del conejo
Bicharraco traicionero
Tierno y lindo primero
Pareciera un bonachon
Pudiera ser la razón
De su rica descendencia
Solamente apariencia
Porque es un lobizon

Que le puedo yo decir
Orejas que oyen todo
Copito era su apodo
De blanco y suave ir
Gordito en su existir
Nacido para comer
La doña no va a querer
Me dijo con todo rencor
Burlándose de su señor
Fugándose con mi mujer.

Queiroz habia desnudado su alma gaucha en esos ultimos versos. Un poco acongojado aunque recio en su semblante solamente hizo una reverencia y se retiro del lugar.