Pueblo con memoria

12 de Octubre dia de festejos tristes tristes...

En su momento los originarios de estas tierras observaron la llegada de los españoles y creyeron que eran dioses. No pudieron reconocer la triste situación provocada por la ignorancia y algunos espejitos de colores. Ese fue un error que luego pagaron con sangre ante la traición que se justifico con el concepto de cultura superior. Afortunadamente hoy esa ingenuidad no existe, nadie compra espejitos de colores que vende Joligud o la televisión española.

Hoy no cabria la posibilidad que una cultura extranjera llegara a explotar nuestras riquezas, nuestra gente o nuestro país puesto que nosotros podríamos ser mas objetivos amparándonos en nuestra idea de personas inteligentes que aprenden de la historia.

Ayer el de afuera se preguntaba si el originario tenia alma, hoy la pregunta es si el villero es como uno.

Ayer la solución básica era el exterminio de lo que molestaba. Hoy una de las soluciones que se escucha es tirar una bomba en ciertos asentamientos.

Ayer el latinoamericano dominado era el supuesto ladrón. Hoy en Argentina el Argentino se cree Europeo y observa acusante a los vecino que llegan de países limítrofes y pero mira para otro lado cuando una empresa como Telefonica les cobra el triple de lo que cobra en su lugar de origen.

Ayer la historia favorecía a algunos, aquellos que hoy no quieren que la historia se revise y sin embargo se escucha aplausos en muchos sectores.

Todo sigue siendo bastante triste, pasaron mas de cinco siglos y sin embargo no se cuanto hemos aprendido.

Me acorde de un texto de un gran disco de Victor Heredia (taki Ongoy) cuando hablaban de la llegada de los españoles a America

No ciertamente no eran dioses. No eran viracocha; cuando Pizarro entró al Cuzco y junto con el padre Valverde decidieron la muerte de nuestro amado señor Atahualpa. A pesar del rescate que pagamos equivalente a tres habitaciones repletas de oro, nos dimos cuenta entonces de las verdaderas intenciones de esos hombres. Pero ya era tarde, la sangre había comenzado a derramarse y esas primeras y queridas gotas se iban a construir en un río inmenso que recorrería todo el continente y ya no habría salvación."