domingo, 25 de julio de 2010

La torre de babel

Cuando en su cumpleaños ella le dijo: “sos muy especial para mi” todos escucharon perfectamente esas palabras. El entendio un “te amo y busco la forma de decirlo”, un amigo en una esquina escucho: “no me gustas”, una confidente creyó oír: “Sos mi mejor amigo”, el novio culposo percibió un “estoy dudando y sos el culpable”, una compañera celosa interpreto: “no quiero que estés con ella, quédate conmigo”. El padre sonrió y prefirió no decir nada, estaba un poco sordo y seguramente no entendió cabalmente que dijo su hija. Los ecos de esa frase rebotaron toda la noche… La comunicación es ese extraño lugar común entre pequeños malentendidos.




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